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Científicos de la EUdA descubren cómo las personas ciegas utilizan el tacto para calibrar el espacio auditivo.

Los resultados de la investigación, publicados en la prestigiosa revista académica, Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance (American Psychological Association – APA)  servirán para diseñar estrategias de entrenamiento y rehabilitación. 

El experimento tiene como realizadores al equipo del Laboratorio de Acústica y Percepción Sonora (LAPSo) que funciona en la Escuela Universitaria de Artes de la UNQ. Crédito: Esteban Lombera.

De todos los sentidos, la vista es la que proporciona la información más confiable tanto del entorno que nos rodea como de los objetos ubicados en él. Esto hace que la visión sea utilizada por el cerebro para calibrar la información espacial proveniente de los otros sentidos. Por ejemplo, se sabe que la visión es crucial para calibrar la información relacionada con la percepción auditiva del entorno. Es por esto que las personas con ceguera total muestran déficits en diversas tareas de localización auditiva. Sin embargo, un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) demostró que, en ausencia de visión, el espacio auditivo puede ser calibrado por información táctil y propioceptiva (capacidad que tiene nuestro cerebro de saber la posición exacta de todas las partes de nuestro cuerpo).
 
El estudio, publicado el mes pasado por la prestigiosa revista Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance (American Psychological Association – APA), mostró que las personas ciegas fueron más precisas que las personas con visión para percibir la distancia de parlantes ubicados dentro del espacio peripersonal, es decir, al alcance de la mano del oyente.
 
¿Cómo lo comprobaron?
 
Ramiro Vergara, investigador del LAPso nos cuenta que llevaron a cabo una serie de experimentos de distancia auditiva tanto a un grupo de personas ciegas como a un grupo de personas con visión con tapaojos. “Reportamos la distancia percibida de fuentes sonoras ubicadas tanto por dentro como por fuera del alcance del oyente (distancias entre 20 cm y 280 cm) mediante dos métodos de respuesta: verbales y reaching. La técnica reaching consiste en que el participante, luego de escuchar el estímulo, realice la acción de intentar agarrar el parlante.”
Mientras que las personas ciegas fueron más precisas que aquellos que tenían visión para percibir la distancia de parlantes ubicados dentro del espacio peripersonal; al ubicar parlantes por fuera del alcance, en cambio, los participantes ciegos mostraron peores rendimientos. “Fuera del alcance las personas ciegas no cuentan con información espacial precisa con la cual calibrar la información auditiva de distancia”. Vergara explica que “la vista es el sentido que proporciona la información más confiable tanto del entorno que nos rodea como de los objetos ubicados en él. Esto hace que la visión sea utilizada por el cerebro para calibrar la información espacial proveniente de los otros sentidos”. Y continúa: “Se sabe que la visión es crucial para calibrar la información relacionada con la percepción auditiva del entorno. Es por esto que las personas con ceguera total muestran déficits en diversas tareas de localización auditiva”.

 
“El presente proyecto se enmarca en un tema más amplio cuyo fin es comprender la manera en que se percibe el espacio auditivo en ausencia de visión. Las personas totalmente ciegas o las que sólo perciben luz, dependen en gran medida del sonido para navegar y explorar nuevos entornos así como para comunicarse e interactuar con los demás. La Organización Mundial de la Salud estima que en todo el mundo 217 millones de personas tienen pérdidas visuales moderadas a graves y 36 millones tienen ceguera total. Queda expuesta entonces la importancia de profundizar el estudio sobre la manera en que las diferentes habilidades auditivas, incluyendo la calibración del espacio sonoro, son afectadas por la pérdida de la vista” dijo Vergara.

Resultados y aplicación.

Esto abre la puerta al diseño de diversas estrategias de entrenamiento y rehabilitación que permitan mejorar la percepción de distancia en personas ciegas. Por ejemplo, consideramos que sería interesante estudiar si el rendimiento de los ciegos en el campo lejano puede mejorarse mediante tareas de entrenamiento que impliquen algún tipo de retroalimentación multimodal” dijo Lombera.
 
Para abordar este trabajo, realizado en el marco del proyecto Percepción Auditiva y Visual de Distancia que dirige Vergara en el Laboratorio de acústica y percepción sonora de la EUdA, se gestionó un convenio específico con el Teatro Ciego de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y un vínculo (a través de la división de salud y discapacidad de la UNQ) con la Federación Argentina de Instituciones de Ciegos y Ambliopes (FAICA). 

Según la Organización Mundial de la Salud estima que en todo el mundo 217 millones de personas tienen pérdidas visuales moderadas a graves y 36 millones tienen ceguera total. “Las cifras muestran la importancia de profundizar el estudio sobre la manera en que las diferentes habilidades auditivas, incluyendo la calibración del espacio sonoro, son afectadas por la pérdida de la vista”, cierra Vergara.